Nos estuvo contando que era cada cosa que traía, respondió a preguntas de los niños y nos dejó todo para que con tranquilidad fuéramos viendo, hablando y trabajando.
Ha quedado todo colocado en la mesa de grupo y cada día, puestos en círculo, hemos observado las setas, y hemos visto sus partes, su color y forma, las hemos olido, tocado, ... Hemos hablado sobre lo que sabíamos de las setas y recordado lo que nos había dicho Fernado de cada una de ellas, incluso, hemos abierto (enseguida cerramos) la que venía dentro del tarro de cristal, porque nos dijo que olía muy, muy mal, y era cierto...
También nos hemos dado cuenta del poco tiempo que duran frescas.
La semana que viene veremos hojas y frutos del otoño que duran más que las setas.
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